Ir al contenido principal

Acceder al agua, una odisea para 5 millones de argentinos.


En el país de los recursos naturales inabarcables, más de cinco millones de personas se enfrentan cada día a problemas para conseguir agua potable. Palean, diseñan sistemas de distribución y hasta caminan para saciar sus necesidades mínimas.

No se trata de una situación de sequía y sed sostenida, sino de dificultades para acceder al suministro de red porque el Estado no logra garantizar la cobertura total al 100% de la población. Esas son las conclusiones de un informe de la Fundación Avina, sobre registros de la Confederación Nacional de Cooperativas de Agua Potable.

Los números del Censo 2010, presentados la semana pasada, además de confirmarlo, lo desmenuzan: en 1.134.555 hogares se consume agua con bomba de motor; en 23.307, con bomba manual; en 109.811, se saca del pozo sin un dispositivo específico; en 28.407, por sisterna; y en 27.066 consumen agua de lluvia o de cursos de agua naturales. En total, el 16% de las casas no tiene agua de red.

En ese escenario de focos múltiples que se extiende del Noroeste a la Patagonia, con cuadros de mayor o menor gravedad, resulta vital el trabajo de una red de más de 800 cooperativas que procuran abastecer a las comunidades más necesitadas en el interior del país. Son clave en ciudades de menos de 50 mil habitantes y su trabajo es muchas veces exitoso, pero también insuficiente por falta de recursos y financiamiento. “Si no existieran estas cooperativas –opina Pablo Vagliente, responsable del Programa de Acceso al Agua de Avina–, esas personas no tendrían el recurso y el Estado tendría que generar una respuesta a la demanda de servicio”.

El otro problema es el agua contaminada. En muchos lugares, donde el agua viene saturada, por ejemplo, de arsénico, son las cooperativas las que filtran el líquido y lo vuelven apto para consumo.

El agua es un derecho humano (la Argentina adhirió en la ONU junto a otros 147 países a esa declaración), pero también un bien de cambio. Por lo tanto, aunque suene contradictorio, le caben las reglas generales del comercio. “Las grandes ciudades son abastecidas por empresas estatales provinciales o empresas privadas concesionadas en los años ’90. Pero a muchas poblaciones, el agua no llega porque a las concesionarias no les parece rentable ”, dice Vagliente. “Es ahí donde las cooperativas operan”, continúa. “Pero les falta financiamiento: no logran tener acceso a créditos blandos para cambiar cañerías o arreglar roturas y pérdidas, y muchas veces una simple rotura deja sin el recurso a la población”, agrega.


Cuando el agua escasea, o cuando los mecanismos establecidos para conseguirla fallan, se disparan situaciones de conflicto como la que atravesó Ushuaia el último mes. Una falla por congelamiento en la red de cañerías dejó sin agua al 60% de la población en pleno invierno. El primer efecto fue el de la incertidumbre frente a la falta del recurso para el aseo personal y los hábitos indispensables, pero luego hubo que cerrar escuelas, comercios y hoteles.


Las autoridades articularon un operativo de emergencia para distribuir bidones a los habitantes de los barrios más afectados y se vivieron situaciones de tensión entre bomberos y vecinos por las cantidades repartidas, al parecer insuficientes. El pico de la protesta se dio cuando varios vecinos, tras convocarse por las redes sociales, hicieron un cacerolazo en la puerta del Ministerio de Obras Públicas.

En Jardín América, provincia de Misiones, hay agua gracias al trabajo de la Cooperativa que dirige Ernesto Faccendini. Desde 1998 la captan de un arroyo, la bombean hasta una planta de tratamiento, la filtran y vuelven a bombearla para distribuirla a unas 5.100 viviendas, que pagan 44 pesos cada 10 metros cúbicos (diez mil litros). “A más consumo, más se paga. Castigamos el derroche porque tenemos que cuidar el recurso. Pero también hay barrios de gente carenciada, que se abastece con canillas públicas”, explica Faccendini.

“Como no pueden pagar el agua en su domicilio, la municipalidad pone una canilla pública y la gente va hasta esa canilla y carga con baldes. A otros lugares se lleva agua en bidones”, dice.

La situación se complica en verano, cuando llega la sequía y la demanda crece. “El arroyo de donde traemos el agua desaparece cuando hay una sequía. En el 2009 casi no teníamos excedente y tuvimos que prohibir lavar veredas y autos y consumir de más. Tenemos el río Paraná cerca, pero para extendernos hasta ahí necesitamos una inversión de más de 20 millones de pesos. Otra es ir al Acuífero Guaraní, pero perforar es muy costoso. Sin ayuda estatal, no podemos”.

En Córdoba, José Bongiorno dirige la cooperativa de servicios públicos Unquillo Mendiolaza Limitada, que abastece a La Calera, Salgán, Villa Allende, Mendiolaza, Unquillo y Río Ceballos: 35 mil habitantes. “Tomamos el agua de dos diques, pero uno ahora está seco. Ha dejado de llover más de la mitad de lo que tiene que llover en un año y eso repercute en que nosotros cortamos el agua dos días por semana, las 24 horas, hasta fines del año pasado. Ahora los cortes siguen pero son de 12 horas”.

Los casos se repiten. “El agua cruda que obtenemos presenta niveles de concentración de arsénico y fluor superiores a los límites permitidos para la salud, por lo tanto debemos tratarla antes de la distribución, que es por una red de cañerías de 1970 en un grado muy avanzado de deterioro”, dice el ingeniero Marcelo Crespi, de la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos de Coronel Moldes. “Abastecemos a 4 mil socios. Pero en la actualidad la situación económica de la cooperativa impide afrontar la renovación de la red y costear la obra de la planta potabilizadora. La comunidad necesita una mejora de la calidad del agua, pero carece de recursos porque no hay subsidios”.

Pero no hay que alejarse tanto. El área metropolitana también aparece sembrada de problemas por el agua. La empresa pública AySA garantiza el suministro en la Capital Federal y 17 partidos del Conurbano bonarense (atiende a más de 25% de la población). Sin embargo, según datos de la ONG Espacio Agua, en el Gran Buenos Aires hay 800 mil hogares en situación delicada. En varias casas de Esteban Echeverría o Almirante Brown, según denuncian los vecinos, el agua sale marrón y contra eso todavía no hay recetas.

Búsqueda personalizada

www.zanox.com


Si te ha gustado el artículo inscribete al feed clicando en la imagen más abajo para tenerte siempre actualizado sobre los nuevos contenidos del blog:

Comentarios

Entradas populares de este blog

Áreas naturales protegidas de Argentina: Parques Nacionales y Reservas Naturales.

La República Argentina cuenta con parques y reservas naturales que pertenecen al Estado Nacional Argentino y que, por tanto, son patrimonio de todos los ciudadanos argentinos, formando un sistema nacional de áreas protegidas por ley. Aunque la cantidad de Parques Nacionales, reservas naturales y Monumentos Naturales es numerosa, la cifra aún puede incrementarse dado que existen sitios de gran valor paisajístico natural, o de gran valor ecológico natural, o ambas cuestiones a la vez, que les ameritan para ser integrados dentro del sistema nacional argentino de áreas protegidas. Incluso este sistema puede involucrar áreas culturales (con más precisión: arqueológicas —como laCuevas de Las Manos-, històricas o de otro tipo). Argentina es un estado pionero en el establecimiento de Parques Nacionales naturales, el primer Parque Nacional se origina en 1903 a partir de la donación que hizo el perito Francisco Pascasio Moreno de un extenso y bello territorio a orillas del lago Nahuel Hu

La biodiversidad argentina ofrece una variedad climática y geográfica sin igual.

Argentina con su gran variedad climática y geográfica se convierte en un lugar perfecto para viajar y vivir una experiencia única y maravillosa. En Argentina varían los colores, el clima, las sensaciones, donde la belleza y diversión pueden encontrarse en mil y un lugares diferentes según las distintas regiones: el Norte, refugio de las tradiciones, el arte precolombino y de cataratas únicas; el Nuevo Cuyo, donde nace el vino y vive el sol; el Centro, con su capital Buenos Aires como puerta grande y los dominios del gaucho; Patagonia, ente los Andes y el Atlántico… la mítica Patagonia. De sur al norte o de norte a sur, los diversos e impactantes atractivos nos permiten disfrutar de la intensidad y basta extensión del territorio, que junto con la gente del lugar nos permiten disfrutar de sus costumbres y paisajes. Este gran país es sin duda, rico en contrastes. En 2016, su Índice de Desarrollo Humano era 0,827 y se encontraba en el puesto 45, ​ en el grupo de países de desarrollo h

Parques y Reservas Naturales en la provincia de Misiones.

El área integral de conservación y desarrollo sustentable denominada Corredor Verde de la Provincia de Misiones fue creada por ley N.° 3631 de 1999 para establecer una zona de vinculación y protección entre el parque nacional Iguazú, la reserva de biosfera Yabotí y los parques del Cuñá Pirú , comprendiendo 1 109 927 ha dentro de las cuales hay unas 40 áreas naturales protegidas. La integran los municipios de: El Alcázar, Garuhapé, Dos de Mayo, Aristóbulo del Valle, Ruiz de Montoya, Campo Grande, San Vicente, El Soberbio, Caraguatay, Montecarlo, Puerto Piray, Santiago de Liniers, Colonia Victoria, Colonia Delicia, San Pedro, Puerto Libertad, Puerto Esperanza, Colonia Wanda, Puerto Iguazú, Comandante Andrés Guacurarí, San Antonio y Bernardo de Irigoyen , correspondientes a los departamentos de: Libertador General San Martín, Cainguás, Guaraní, San Pedro, General Manuel Belgrano, Iguazú, Eldorado, y Montecarlo